
Quizás una de las cosas que más asustan a las personas a la hora de comenzar cualquier relación es conocer a la familia de tu pololo, pero casarse son las ligas mayores. Hemos crecido a través de los años con la historia de estas suegras de cuentos, donde son más parecidas a brujas malvadas que a la tierna mujer que crío a quien se convertirá en tu marido.
Es un hecho que en cosas de suegras es cosa de suerte. Un componente clave es cómo te relacionas con sus otros hijo o bien si tu pareja es hijo único: ¡TE ROBARÁS A SU NIÑO!
La vida no es una novela de Jane Austen, y vivimos en tiempos en que las mujeres no tienen la necesidad obligatoria de unir sus vidas a otra personas…hay una mayor libertad a la hora de elegir y eso también cambia la perspectiva de las suegras de hoy. Siempre existirán las nueras oportunistas, pero en su gran mayoría, la mujer de hoy busca un hombre como compañero de equipo, con quien pasar sus días y pelear las batallas. Atrás quedaron los tiempos de buscar la seguridad de una casa, o de un “renta anual”.
La mamá de Carlitos es un amor…pero como buena mujer pasado los 58 años comienza a sentir los achaques de la edad. Pero es natural que se vuelta “jodida”…el cuerpo ya no tiene la misma energía, y hay muchas cosas que le encantaría hacer, pero ya no puede o las hace con mayor energía. Otro punto importante es que las mamás siempre quieren lo mejor, por lo que es inevitable que sean “metidas”, ya que por lo demás, toda la vida han estado apoyándonos, y como buenas mujeres quieren proveer a sus hijos de lo mejor.
Para mi como novia que marca una buena de una mala suegra. Yo creo que es la generosidad a la hora de tomar decisiones o compartir. Más que mal, tu eres la mujer que eligió su hijo, y por tanto compartirás su cariño incondicional. Yo sé que Carlitos siempre querrá a su mamá al máximo…por lo que ahí viene el trabajo de la buena nuera también: ¡Llegó la hora de compartir!
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